un 78’3% de los españoles estaría dispuesto a pagar más por una vivienda más sostenible

 

 


La demanda creciente de viviendas y edificios sostenibles y eficientes, el aumento de la presión regulatoria y un mayor número de ayudas disponibles para impulsar este necesario cambio marcan la transformación de un sector que no solo está ante un gran reto, sino también ante una gran oportunidad. 

 

El parque inmobiliario español es uno de los más envejecidos de Europa y uno de los más amplios, con 26 millones de viviendas. Además, el 80% de los edificios y hogares que lo conforman son considerados “ineficientes” (calificación energética E, F o G), según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), y por lo tanto conllevan un elevado consumo energético, algo que deberán cambiar por ley antes de 2033.

No hay duda de que la transformación del sector inmobiliario, que es un elemento clave para alcanzar los objetivos de descarbonización fijados en el Pacto Verde Europeo, supone un reto especialmente relevante para España. Y es que el 60% de los inmuebles se construyeron sin aislamiento térmico, lo que provoca un 40% de su consumo energético, ya que se realizaron antes de la entrada en vigor del Código Técnico de la Edificación (2006). Por ello, desde el Gobierno adelantan que para alcanzar los objetivos europeos España tendría que rehabilitar 1’2 millones de viviendas de aquí a 2030 y alcanzar los 7 millones de cara a 2050, además de apostar por la construcción de nuevas edificaciones sostenible.

Ante esta situación, son muchas las promotoras inmobiliarias que se están sumando a este necesario cambio apostando por un modelo productivo más eficiente y por unas viviendas sostenibles y personalizables que den respuesta a las demandas actuales, ya que 6 de cada 10 compradores ya tienen en cuenta el criterio de la sostenibilidad a la hora de comprarse una casa, e incluso un 78’3% estaría dispuesto a pagar más por una vivienda más sostenible, según el I Observatorio sobre Vivienda y Sostenibilidad elaborado por UCI (Unión de Créditos Inmobiliario). En este sentido, pymes como Padi o VIVE, tienen ante sí una gran oportunidad, ya que cuentan con una mayor flexibilidad para ofrecer viviendas sostenibles y personalizables con las que se consigue no solo un beneficio medioambiental, sino también un importante ahorro en el mantenimiento del inmueble para el comprador final. 

 Las empresas que quieran sumarse a esta transformación, deberán invertir en materiales más sostenibles, potenciar el reciclaje, obtener certificaciones energéticas... pasos que pueden repercutir en su rentabilidad a corto plazo, pero que son una apuesta de futuro. “Tenemos un largo camino a recorrer, y además la normativa nos va a exigir hacerlo más tarde o más temprano, con lo que debemos anticiparnos”, destaca Iratxe Rodríguez, fundadora de “Tu proyecto vive”. Y es que, precisamente, esta anticipación fortalece a la pyme, mejora su competitividad futura y le ayuda a diferenciarse y posicionarse en el mercado.

Pero apostar por un modelo sostenible implica también una inversión importante, tanto por parte del comprador que quiere reformar su vivienda, como de la promotora. Sin embargo, existen soluciones para ayudar a hacerlo posible. Eso sí, “ocho de cada 10 españoles desconocen la existencia de mecanismos que alivian el coste de estas actuaciones, como los Fondos Next Generation EU (83,6%), la deducción en IRPF por obras de rehabilitación (90,7%) o las ayudas estatales y autonómicas (86,7%)”, según el Observatorio. Además, en el caso de las empresas, es importante que conozcan que la apuesta por la sostenibilidad puede facilitarles el acceso a la financiación y que existen soluciones específicas destinadas a impulsar esta transformación.

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