eco casa low cost de la UPC


Cuesta sólo 150.0000 euros: es la casa invernadero "low cost", a 1.000  m/2, el proyecto más económico de los presentados a la Solar Decathlon Europe 2012, elaborada por un grupo de 25 alumnos de ingeniería y arquitectura de la UPC para esta competición internacional de casas energéticamente sostenibles.

Se trata de una sorprendente casa modular con un coraza exterior desmontable, de policarbonato celular translúcido levantado sobre una estructura de acero, que deja pasar la luz para convertirse en un invernadero durante los meses fríos, mientras que en verano hace de umbráculo con un sistema de mallas, que facilita las ventilaciones cruzadas para mantenerla refrigerada.

En el interior de la cubierta, cuyo prototipo se levantará a finales de febrero en el campus de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallès (ETSAV) de Sant Cugat (para luego ser desmontada para su exhibición en la final en Madrid), se ubica la casa habitable en sí: 45 metros cuadrados divididos en tres módulos de madera interconectados (de 15 m2 cada uno) y climatizados a su vez con energía pasivas.

La gran diferencia de este proyecto, ha destacado hoy en una rueda de prensa Sergi Mateos, uno de los estudiantes responsables, no es sólo su equilibrio energético y comodidad modular, sino su precio: 1.000 euros por metro cuadrado (cuando en Cataluña la media son 2.700), una cifra que además se reduciría un tercio si la casa unifamiliar se produjera industrialmente.

Su coste supone una ventaja frente al resto de competidores en la Solar Decathlon, certamen que se celebra bianualmente, ya que algunas de las propuestas presentadas en la anterior edición apostaron por la "high tech" muy eficiente energéticamente, pero muy cara, con propuestas que rondaron el millón de euros.

"La eficacia no puede convertir la casa en un prototipo sólo al alcance de gente con mucho dinero, con sistemas de captación solar carísimos, ésta es sostenible y al alcance de todos", ha defendido Mateos, miembro del equipo.

Aunque pensada para una familia de cuatro miembros, su carácter modular la hace ampliable a un mayor número de habitantes y usos, y aunque es indispensable una parcela donde ubicarla, se está estudiando la posibilidad de poder instalarla en las cubiertas de edificios grandes.

"Creamos diferentes espacios, el usuario tiene mucha libertad para habitarla a lo largo de su vida, incluso compartiendo los módulos entre varios; se trata de pensar nuevas formas de vida", ha afirmado Aitor Iturralde, otro de los estudiantes del equipo.

La casa, que funcionará únicamente con energía solar (integra 20 placas solares), se basa sobre todo en su segunda piel exterior, que actúa de filtro y que hace que el espacio intermedio sea confortable.

Además de mantener un equilibrio ambiental con sus materiales -ya que la estructura exterior se puede desmontar y reutilizar y los módulos interiores de madera son reciclables-, la casa cierra el ciclo del agua, almacena la lluvia caída para riego, y trata las aguas grises en humedal que luego pueden ser utilizadas incluso para un huerto anexo.

La casa "low cost" de la UPC es el único prototipo catalán seleccionado para este concurso en el que participan 21 equipos de 15 países, entre ellos Alemania, Brasil, China, Japón, Noruega, Reino Unido, y que se construirán a escala real del 29 de junio al 8 de julio en Madrid.

El director de la ETSAV, Víctor Seguí, que ha recordado que es la segunda vez que esta institución se presenta al concurso, ha destacado la capacidad de autorganización de los estudiantes, sobre todo a la hora del plan de viabilidad de la construcción, "que es lo primero que se hizo".

Por su parte, el rector de la UPC, Antoni Giró, ha destacado la importancia del ahorro de energía dentro del concepto de las 'smart cities', sobre todo en un momento de crisis económica y energética.








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