una empresa china imprime en 3D un edificio de cinco plantas




La empresa china WinSun adquirió notoriedad mundial el pasado mes de marzo de 2014, cuando se conoció que había sido capaz de construir mediante impresión 3D diez viviendas en Shanghai, cada una de ellas con 200 m2 de superficie, al coste de 30.000 yuanes (unos 4.800 dólares) y gracias al uso de una impresora de enorme tamaño.

Menos de un año después vuelve a ser noticia por otra hazaña que parece aún más increíble: ha impreso en 3D un edificio residencial de cinco plantas de altura y una villa de 1.100 m2, en este caso hasta con la decoración interior y exterior.

La empresa WinSun lleva doce años en el sector de la construcción, tiempo en el que ha registrado 98 patentes en China relacionadas con materiales constructivos.

Gracias a la experiencia acumulada, ahora puede volcar sus conocimientos en la tecnología de la impresión tridimensional. Así, hace ya diez años que desarrolló una boquilla propia de pulverización para las impresoras 3D y un sistema automático de alimentación de material. Ya en 2008 logró la impresión 3D de un muro de un edificio real.

Ma Yi He, consejero delegado de la compañía, ha explicado durante una rueda de prensa ante más de 300 personas, entre las que se encontraban periodistas, inversores y expertos del sector de la construcción, que el éxito de su empresa se debe a sus técnicas únicas y de vanguardia.

Una de las claves es su exclusiva 'tinta': la impresión tridimensional la realiza con una mezcla de residuos de la construcción reciclados, fibra xde vidrio y cemento.

Según Ma, el reciclaje de los residuos de la construcción y de la minería produce una gran cantidad de gases de efecto invernadero, pero con la impresión 3D, su compañía ha encontrado la forma de comnvertirlos en nuevos materiales.

Este proceso también significa que los operarios de la construcción corren menos riesgo de entrar en contacto con sustancias peligrosas.

El segundo as bajo la manga es la impresora utilizada para construir las casas, que mide nada menos que 6,6 metros de altura, por 10 metros de anchura y 150 metros de largo. "Esta es la primera impresora 3D de impresión continua del mundo, y la más grande impresora 3D de viviendaz", ha afirmado Ma. El tamaño de la impresora permite multiplicar por diez la eficiencia de la producción; ahorrar entre un 30 y un 60% en materiales; acortar el tiempo de construcción entre un 50 y un 70%, y aminorar los costes entre un 50 y un 80%. Las aplicaciones futuras incluyen impresión en 3D de puentes y edificios altos de oficinas que se puedan construir justo en el lugar.

Winsun también utiliza software de diseño arquitectónico para integrar diferentes diseños y para satisfacer las necesidades de las diversas estructuras de construcción, por lo que no se limita sólo a la impresión de casas producidas en serie.








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